domingo, 27 de junio de 2010

EFECTOS DE LA HIPERTENSION ARTERIAL EN EL OJO


La hipertensión arterial, o presión arterial alta, es una enfermedad sistémica, es decir, que puede producir alteraciones en diferentes órganos como el corazón, el cerebro y los riñones. Pero, también puede comprometer al ojo en diferentes formas e intensidades. La retina es el principal componente afectado, pero la coroides, el nervio òptico y la conjuntiva también pueden sufrir las consecuencias de una presión arterial alta no controlada. El daño común que causa es en los vasos arteriales de cada uno de estos componentes del ojo.

El compromiso de la retina o "Retinopatía hipertensiva" comprende dos alteraciones: la disminución del calibre de sus arterias o vasoconstricción, que disminuye el aporte del flujo de sangre a la retina; y la arterioesclerosis, que produce un engrosamiento interno de las diferentes capas que conforman cada uno de los vasos arteriales de la retina.

Se llama "Coroidopatía hipertensiva" a la afección de la coroides, membrana que se encuentra por detrás de la retina. Aquí se puede encontrar disminución de la llegada de sangre o isquemia, y muerte celular en algunas zonas.

En el nervio óptico la hipertensión arterial puede ocasionar presencia de líquido localizado en el lugar de ingreso del nervio al ojo, y hemorragias a su alrededor.

Todas estas alteraciones pueden producir diferentes síntomas que están relacionados con la disminución de la agudeza visual, que se pueden manifestar desde una visión borrosa, que es lo más frecuente, hasta la pérdida de la visión o ceguera.

El diagnóstico de la diferentes alteraciones oculares se puede realizar desde un simple examen de fondo de ojo, hasta estudios más sofisticados hechos por el oftalmólogo.

El tratamiento , y también la prevención, están relacionado principalmente con un correcto control de la presión arterial elevada.

sábado, 19 de junio de 2010

EFECTOS NOCIVOS DEL COLESTEROL

El colesterol es un tipo de lípido (grasa) que se encuentra normalmente presente en el organismo como componente de la membrana de las células, para producir diversas e importantes hormonas, etc.
El hígado es el principal productor de colesterol, pero también obtenemos esta grasa por la ingesta de diversas alimentos como huevos, carne, lácteos, aceite de coco, etc., que son ricos en grasas saturadas.
Sin embargo, demasiado colesterol en sangre es un gran riesgo ,principalmente para enfermedades del corazón y del cerebro. Por otro lado, existen factores de riesgo para la presencia de colesterol elevado,denominado también hipercolesterolemia, como la obesidad, la falta de ejercicio y la diabetes mellitus.
El colesterol es transportado en la sangre por sustancias denominadas lipoproteínas, siendo las más importantes: a) LDL (de baja densidad) o colesterol malo, que acumula grasa en las paredes de las arterias, formando placas, disminuyendo el paso del flujo de sangre y contribuyendo a la enfermedad cardiovascular (angina de pecho e infarto al corazón cuando obstruye las arterias coronarias) y cerebrovascular (isquemia , infarto cerebral); b) HDL (de alta densidad) o colesterol bueno, que lleva el colesterol al hígado para su posterior eliminación, reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Para lograr la reducción de los niveles de colesterol en nuestro organismo, básicamente se necesita cambiar nuestros hábitos alimenticios, hacer ejercicio y, de ser necesario, tomar medicamentos.

domingo, 13 de junio de 2010

REPERCUSIÓN DEL ESTRÉS EN EL SISTEMA CARDIOVASCULAR


El estrés es una tensión que se origina por situaciones agobiantes, llamados estresores, que van a desencadenar reacciones psicosomáticas, tanto en varones como en mujeres, al alterar el equilibrio dinámico del organismo (homeoestasis).

Estos estresores pueden ser internos o externos, directos o indirectos. Por ejempo tenemos a las amenazas, los ambientes dañinos, enfermedades, adicciones, aislamiento, presión grupal o laboral, frustraciones, etc. Es decir, el estrés puede ser emocional o físico que aparecen como demandas fuera de lo habitual.

El cambio orgánico principal es el aumento de las catecolaminas, específicamente la adrenalina, por parte de las glándulas suprarrenales. El sujeto puede presentar sensación de ahogo, rigidez muscular, ansiedad, insomnio, falta de concentración, irritabilidad, falta de sociabilidad, etc.

El médico puede encontrar aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la presión arterial, dolores anginosos, así como arritmias de diverso tipo (simples o graves) e insuficiencia cardiaca. En casos de personas con enfermedades cardiacas previas, se puede desencadenar una muerte súbita y paro cardiaco.

Para prevenir el estrés se aconseja practicar algún tipo de ejercicio, dieta saludable, no fumar, ingesta de alcohol con moderación, relajación y evitar o aprender a manejar el estrés.

domingo, 6 de junio de 2010

HIPERTENSION ARTERIAL EN LA TERCERA EDAD


Laspersonas de la tercera edad también son susceptibles de presentar presión arterial elevada. Este grupo poblacional tiene características particulares que hay que tener en cuenta para un correcto manejo de su enfermedad, ya que las afecciones cardiovasculares son la principal causa de muerte en mayores de 65 años.
En primer lugar hay que desterrar el mito que el aumento de la presión arterial es normal en ancianos ya que esta elevación igual daña a los órganos y puede causar las mismas complicaciones que en un adulto. También es mito que los mayores toleren mejor la hipertensión arterial que los más jóvenes.
Las arterias de las personas de la tercera edad pierden progresivamente su elasticidad,por lo que característicamente tienen la presión sistólica elevada.
El criterio para el diagnóstico de hipertensión arterial en el anciano es el mismo que para el adulto, es decir tener una presion arterial igual o mayor de 140 mmHg de presión sistólica y/o 90 mmHg de presión diastólica.
El tratamiento debe ser realizado en forma progresiva, a intervalos bien espaciados, cuidando de no producir una baja de presión arterial abrupta y excesiva que pueda producir hipotensión y complicaciones mayores. Se debe indicar, hasta donde sea posible, cambios en el estilo de vida (control de peso, bajo consumo de sal, evitar el consumo de cigarrillos, etc).
El tratamiento farmacológico de elección en este grupo poblacional es a base de medicamentos denominados "calcio antagonistas" y diuréticos.