Conocer a este grupo poblacional es muy importante, ya que se ha visto que los pre-hipertensos tienen mayor oportunidad de desarrollar, en el futuro, hipertensión arterial que aquellas que son catalogadas como portadoras de una presión arterial normal, es decir, menor de 120/80 mm de Hg. en sus registros tensionales. También, se ha encontrado un incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, accidentes cerebrovasculares, ateroesclerosis coronaria e ,inclusive, ceguera y Alzheimer.
Por consiguiente, es necesario identificar a los pre-hipertensos; lamentablemente, éstos no presentan síntomas que hagan sospechar su condición de riesgo.
Ante esta situación, se hace necesario tomar acciones preventivas sobre la población en general, con la finalidad de que hagan conciencia que, así no tengan ninguna molestia, deben de tomarse la presión arterial por lo menos cada año, y si se les encuentra la presión arterial en el rango de pre-hipertensión, los controles deberan ser más frecuentes. Además se les debe informar acerca de su condición de personas en riesgo, ofrecerles orientación y medidas terapéuticas pertinentes: vigilar presión arterial, cambios en el estilo de vida: normalizar peso, no fumar, realizar actividad física, comer nutritivamente, tener una dieta baja en sal, moderar consumo de alcohol; además de tratar otros factores de riesgo como la diabetes mellitus y la dislipidemia (colesterol elevado).
El tratamiento farmacológico en los prehipertensos no está indicado, salvo que existan concomitantemente afecciones de alto riesgo como insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria, accidente cerebro-vascular, enfermedad renal, etc.