El sedentarismo es la falta de una actividad física adecuada. Para superar esta condición se debe realizar ejecicio físico que sea regular, es decir diaria o interdiariamente; gradual y progresivo,con fases de calentamiento,entrenamiento y enfriamento; por un tiempo determinado, generalmente 30 a 40 minutos por día; a un nivel adecuado a la condición física, edad y estado de salud; realizado como un medio de relajación,sin competición y ansiedad; debe incluir grandes grupos musculares, como la caminata, paseos prolongados o bicicleta; no debe producir ningún tipo de molestia ni dolor en el pecho; evitar los incrementos bruscos y valorando las limitaciones individuales aprendiendo a palpar las pulsaciones.
Durante el ejercicio físico se produce una dilatación de los vasos sanguíneos de los músculos, de tal manera que le va a llegar un gran volumen de sangre necesario para satisfacer las necesidades del esfuerzo realizado.
A cualquier edad se puede y debe realizar algún ejercicio en forma regular y planificadamente, previa evaluación cardiológica, con prueba de esfuerzo a partir de los 35 años o antes si se es portador de alguna anormalidad o factores de riesgo coronario. El ejercicio no controlado puede ser muy peligroso ya que podría desencadenar episodios de angina o crisis de hipertensión.
Los beneficios al dejar el sedentarismo y realizar ejercicios incluyen mejorar el pulso y la presión arterial, ayuda a corregir factores de riesgo coronario como la diabetes, el estrés y el sobrepeso; reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, y aumenta el colesterol " bueno" (HDL); además de evitar el desarrollo de várices.